Hoy, como en una película,
los días de mi vida pasan por mi mente,
se para la imagen, en los angustiosos años
que no supe quererte.
Cuando te fuiste, sin contar conmigo
y te llevó la muerte.
Añore las noches que entre mil luceros
pude complacerte.
Cuando el cielo cargado de estrellas,
mostraba indulgente su paso al celeste...
Yo, sigilosa,
intentaba subir los peldaños ansiosa por verte.
mostraba indulgente su paso al celeste...
Yo, sigilosa,
intentaba subir los peldaños ansiosa por verte.
Cuando a casa,
los pasos cansados llevaban mi suerte,
los pasos cansados llevaban mi suerte,
el desaliento se apoderaba de mí,
angustiosamente.
angustiosamente.
Y entre las sábanas, ahogando el llanto,
me hundía el desconsuelo
me hundía el desconsuelo
de no poseerte.
Anduve perdida,
por un mundo lleno, de vidas inertes.
Pasando un calvario, tu ausencia seguía
por un mundo lleno, de vidas inertes.
Pasando un calvario, tu ausencia seguía
torturándome siempre.
Y dejaba transcurrir los días,
esperando que otro destino llegara,
impaciente.
esperando que otro destino llegara,
impaciente.
Añoré tus abrazos, tus besos,
que al llevarlos contigo
que al llevarlos contigo
heló mi presente.
Por fin ahora podrá descansar
mi alma errante,
ansiosa de muerte.
mi alma errante,
ansiosa de muerte.
Mi corazón suplica cansado,
que la vida se aleje.
que la vida se aleje.
Ahora se apaga, despacio,
con la soledad
besando mi frente.
con la soledad
besando mi frente.
Quiero despedirme
de este mundo ingrato
de este mundo ingrato
con una sonrisa,
perpetúa y paciente.
Y allá donde vaya, rogaré al destino
que sea benevolente.
perpetúa y paciente.
Y allá donde vaya, rogaré al destino
que sea benevolente.
Y que me permita, conducir mis pasos
donde he ansiado siempre.
donde he ansiado siempre.
Y tu amor mío, con tu sonrisa
dulce y complaciente,
dulce y complaciente,
salgas feliz a mi encuentro,
afanoso de amor
afanoso de amor
y dichoso por verme…
Margary Gamboa.
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